Por: Volterra

El biochar tiene éxito como suplemento alimenticio para las vacas

Este pasado invierno nuestro replicador Manuel Die (Finca Defesinhas) ha probado con éxito la aplicación del biocarbón como suplemento alimenticio. Cada otoño e invierno, después de las lluvias, empieza a salir hierba nueva y los animales sufren por su alto contenido en nitrógeno. Esto suele provocar un estiércol muy líquido o incluso diarrea y una conversión no óptima del alimento en los estómagos de los animales. Para contrarrestar este efecto, Manuel se interesó mucho en probar el biochar después de haber leído múltiples estudios y haber visto este vídeo del ganadero Doug Pow de Australia.

El biochar como aditivo alimentario mejora significativamente la digestión y la higiene de los animales, eliminando las toxinas de su cuerpo y reforzando el sistema inmunitario. Numerosos estudios demuestran que las vacas que consumen biochar producen menos metano y la adición de biochar a los piensos permite que los animales se recuperen más rápidamente de las enfermedades con menos necesidad de antibióticos (que Manuel no utiliza en absoluto desde hace varios años). Además, al utilizar biochar, aumenta la tasa de ganancia de peso, las vacas dan más leche y aumentan sus indicadores de calidad. Otra ventaja de dejar pasar el biochar por los estómagos de las vacas es que enriquece enormemente el estiércol y favorece su descomposición (no sólo mediante procesos biológicos activos, sino también atrayendo a los escarabajos peloteros y otros trabajadores que ayudarán a incorporar los nutrientes al suelo). "Mis vacas son mis mejores máquinas fertilizadoras", según Manuel, "esparcen el estiércol de alta calidad por toda la tierra y todo gratis".

Durante las pruebas, que duraron unos dos meses el pasado invierno, Manuel dio una media de 60 gramos de biochar mezclado con melazas a cada vaca al día, cantidad inferior a la prescrita de "200 a 300 gramos al día", ya que quería empezar despacio y ver sus resultados. Rápidamente observó una mejora en la calidad del estiércol (más compacto), la piel de los animales estaba brillante y no se veía afectada por el clima invernal y los animales aumentaron claramente de peso. Además, este año no se le murieron terneros (en años anteriores siempre se le morían dos o más), aunque admite que esto no puede atribuirse científicamente al experimento del biochar. En cualquier caso, Manuel está muy convencido del experimento y lo continuará este invierno. Otro replicador, Rodger Abbey (Finca Mas Rajols) se inspiró en esta experiencia y también recibirá biochar de Volterra para iniciar prácticas similares este próximo otoño.